Vivir y sentir
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miércoles, 23 de febrero de 2022
LEER Y REGALAR
viernes, 11 de febrero de 2022
LEER ES UN REGALO. COMPARTE.
LEER ES UN REGALO.
COMPARTE.
Los libros son
semillas de vida. Cada libro que se lee es un regalo para la cabeza, el corazón
y la humanidad. Cuanto más se lee, más se recibe y más se regala. La lectura es
una fuente inagotable de historias, de belleza, de sentimientos, de deseos, de
esperanzas, de descubrimientos, de encuentros. Y, sobre todo, es uno de los
mejores caminos para encontrar la paz que tanto necesita esta humanidad.
LEER ES UN
REGALO. COMPARTE. Pretende ser un proyecto sencillo que sensibilice sobre la
importancia de leer. Comienzo por las zonas rurales, dejando en los parques, iglesias,
castillos, plazas del pueblo, un libro como regalo. Para leer y disfrutar. Sin
más. (La bolsa que lo protege se puede utilizar para recoger cualquier residuo
que se encuentre y dejar el espacio mucho más limpio).
Invito a
compartir la experiencia. No se trata de abandonar los libros que no queremos
en las estanterías de nuestras casas, sino regalar nuestro libro preferido.
Comprarlo si es necesario. Vivir y sentir la lectura como un gesto de
generosidad compartida con todo el mundo.
Muchísimas gracias por LEER y COMPARTIR.
Rafael
Roldán López
lunes, 10 de enero de 2022
Solo queda hoy
Han terminado
las vacaciones de Navidad. Los niños y adolescentes vuelven al colegio. Ya se
ha recogido los adornos, se han reciclado las botellas de cristal del cava o
del vino. Las cajas de cartón de los regalos a su contenedor. La casa vuelve a
la normalidad del año. Compras, tareas, actividades. Bus, carretera, tiendas.
Lavadoras, ropas, deberes, gimnasio, duchas, descanso…
Vivir la
monotonía de las horas y de los días. Esperar el fin de semana como un respiro
en medio de tantas obligaciones. Desear los días de nuevas vacaciones, la
semana santa, el verano… Otra vez la navidad…
Y se consume
la vida en mil esperas. En cientos de deseos. Y las primaveras se olvidan, las
vacaciones se consumen, los años se escurren entre los dedos. Todo se queda
atrás, en cada paso irrecuperable, en los recuerdos, en los archivos de la
memoria. Las fotos grabadas en algún disco informático, junto a videos que
esperan volver a reproducirse. Lo vivido ya está ahí, aprisionado en algún
soporte que evidencie que algún día fue. Lo vivido ya marchó a otras
dependencias de la existencia. Solo queda hoy, tal vez ahora mismo. Mañana dios
dirá, si es que dice algo.
jueves, 6 de enero de 2022
DÍA DE REYES
Últimos días
de Navidad. Solo queda la fiesta de reyes. La noche mágica por excelencia para
cualquier niño. Vienen los Reyes Magos de oriente. Llegan en camellos cargados
de regalos. Todos los niños lo saben. Para ello se acuestan pronto. Sin ganas
de dormir. La ilusión se desborda a borbotones. Al despertar encontrarán sus
regalos. Romperán envoltorios con avidez y quedarán ojipláticos al comprobar
que los reyes les han traído lo que ellos esperaban y muchas cosas más. El
mundo se detiene y solo hay hueco para la felicidad.
Todos los días
nos visitan los reyes magos. Todos los días hay hueco para la felicidad. Todos
los días respiras. Todos los días escuchas la voz de las personas que quieres o
te quieren y, también de las que te son indiferentes, pero están ahí, se cruzan
en tu camino. No sé si te has dado cuenta, pero tienes vida. Es el mejor regalo
que te traen, todos los días, los reyes magos. Es tu regalo preferido. Solo
necesitas quedarte ojiplático ante semejante obsequio.
Disfruta sin medida, sonríe que
no cuesta nada y agradece sin medida tanta suerte. Vivir con esta actitud
parece fácil, pero no lo es, porque:
Tal vez nos hayamos creído que la vida depende de nosotros
mismos.
Quizás no hemos mirado si tenemos fecha de caducidad.
Posiblemente no contemplamos la luna a menudo. O nos
centramos en nuestro ombligo como centro del universo. Acaso a nuestros ojos les
hayamos puesto excesivos cristales y filtros. ¡Quién sabe!
Desenvuelve ese
caramelo que te ofreció Baltasar y saborea la dulzura de vivir, la ilusión de
respirar y sentir que sigues existiendo. ¡Feliz día de Reyes!
miércoles, 6 de octubre de 2021
Vivir y sentir la mentira
Vivir y sentir la mentira
En la actualidad existen dos programas
televisivos dirigidos por el mismo comunicador mediático. “Todo es mentira” y
“Todo es verdad”. Al primero le dan un toque humorístico y al segundo de
investigación. Y, sin ánimo de criticar dichos programas, son ejemplo y modelos
de la forma en que los medios de comunicación manipulan a la ciudadanía. Todo
el mundo conoce perfectamente que dichos medios comunicativos están dopados con
dinero que les regalan los políticos de turno que ostentan el poder. Ese dinero
es el que la ciudadanía aporta con sus impuestos para mejorar su calidad de
vida. Sin embargo, los políticos lo utilizan con fines publicitarios para
mejorar la intención de voto del partido a que pertenecen y ganar las siguientes
elecciones para seguir mangoneando a su gusto.
No es difícil colegir que si a un medio
de comunicación le sueltan una pasta gansa este medio no va a publicar noticias
que perjudiquen al político y al partido que le ha beneficiado económicamente.
La libertad de prensa y de comunicación está en cuestión. El periodista no va a
publicar nada que le pueda cuestionar su puesto de trabajo. La autocensura en
las noticias se ejerce sin necesidad de prohibir absolutamente nada. La pena es
que la ciudadanía se ha acostumbrado a vivir
y sentir la mentira pública como algo natural.
Demasiados políticos y periodistas han entrado en la dinámica de utilizar la
falacia y la paradoja como sus armas preferidas para mantener el puesto. Si
ejercen la libertad a pleno pulmón acaban orillados y marginados. Si hacen la
pelota y practican la baja tarea de lamer el culo al de arriba, mejoran su
economía y su estatus. Y cada uno se decide por lo que quiere en función de sus
valores personales.
La falacia es la artimaña o
mentira con la que se pretende engañar a una persona para persuadir o
manipularla sin que ésta se entere de ello. Y la paradoja es
una expresión con ideas contrapuestas que envuelve una contradicción o
incoherencia. Falacia y paradoja son dos palabras extraordinariamente
representativas utilizadas por los políticos para buscar el lanzamiento hasta
el poder. Una vez instalados en el sillón, le corresponde al elector comprobar
cuánto hay de mentira o verdad en las afirmaciones que utilizaron sus elegidos
en las campañas de captación de adeptos.
Los ciudadanos ya estamos muy
cansados de tantas mentiras, expresadas en forma de falacias y paradojas.
Necesitamos comprobar con nitidez las verdades como puños. Los representantes
políticos de los partidos nos han acostumbrado a soportarles circunloquios ante
cualquier pregunta directa que simplemente tiene dos respuestas: sí o no.
Intentan demostrar que un triángulo es cuadrado e incluso redondo y se quedan
tan “anchos”.
Con estas artimañas han conseguido que las personas de a pie interpreten que el significado más genuino de la política es el arte de mentir. De salir impecable de las situaciones difíciles de resolver, del embrollo. Hay que quedar “bien” a toda costa. “Lo que digo, lo digo ahora, mientras me desdigo de lo que dije, no se vaya a pensar en que dije lo que no dije.” Lo de menos es solucionar los problemas. La mayoría de los políticos se llaman Sisi Nono. Sisi a lo que les pidas y Nono a lo que les exijas. Y todos los partidos, sean del color que sean, son la “única alternativa”. Todas sus verdades son las buenas y salvadoras, frente a las del resto de partidos que todos sus planteamientos son malos y abocados al desastre.
¿Has pensado cuánto cuesta la mentira
cuando está encubierta en la falacia o envuelta en paradojas?
sábado, 4 de septiembre de 2021
Vivir y sentir la educación. Septiembre.
Los educadores son una figura clave en
nuestra sociedad. De su saber hacer, de su ejemplo y de sus enseñanzas se
descubren los modelos de personas que conforman nuestra sociedad. España no es
un país que valore en su medida la labor que ejercen en la sociedad. Ni en la
remuneración económica que reciben, ni en el reconocimiento social que se
merecen. El salario se remunera por las horas presenciales en los centros y una
ínfima parte de otra dedicación para la preparación de las clases, las
reuniones, entrevistas, etc. Sin embargo, un educador que se precie, dedica con
pasión muchas más horas que las reconocidas oficialmente. Un educador no tiene
horario para educar. Lo hace dentro de las aulas y fuera de ellas. Es un estilo
de vivir y sentir la educación.
Si hablamos del reconocimiento social que
reciben, podríamos expresar en una frase muy extendida: “Los profesores tienen
muchas vacaciones”. Sin embargo muchos padres que piensan así, están deseando
que llegue septiembre para que sus hijos vayan al colegio. No se entiende muy
bien.
A los educadores se les exige un
comportamiento intachable ante los educandos. Al más mínimo fallo, los padres
se les echan encima, criticando la mala atención, o el mal ejemplo hacia sus
hijos. Están en todo su derecho, por supuesto. Pero hay que ser coherentes. Si
se quiere una educación de calidad para nuestros hijos es necesario que se
valore en su medida y se apoye la labor tan importante que ejerce el
profesorado sobre los niños y adolescentes. El componente vocacional del
educador es tan relevante como la formación académica que ha recibido para
poder dedicarse a la educación. Y esa parte actitudinal no se paga con todo el
oro del mundo. Pero el educador que se precie se conforma simplemente con el
reconocimiento a su imprescindible labor.
Septiembre es el mes del comienzo del
nuevo curso. Ha transcurrido un verano que ha servido para llenar el pulmón del
aire que necesita para vivir y renovar la ilusión de educar a los nuevos
alumnos. Ha disfrutado de unas vacaciones merecidas que sirven sin lugar a
dudas para afrontar, como un profesor novato, el curso entrante.
Dejo en los siguientes párrafos de mi
libro “Recetas de aula” la
descripción ilusionada de los educadores ante cada curso que comienza:
Los despertadores han vuelto a sonar estrepitosamente
para alumnos y profesores. Septiembre atrae hacia las puertas del colegio a
chicos y chicas cargados de ilusiones nuevas. Quien más y quien menos
piensa: “Este año no será como el pasado”; “desde el principio intentaré que todo
funcione”; “tal vez consiga esto y aquello...” La mochila cargada de esperanzas
y de libros recién estrenados. La sonrisa dispuesta para conocer a los nuevos y
disfrutar del reencuentro con los ya veteranos del centro.
A los profesores también les sucede algo parecido en
cada inicio de un curso nuevo. “Esta carpeta, para las nuevas programaciones”;
“este curso terminaré tal proyecto”; “ojalá pueda conseguir tal o cual cosa...”
Y es que no hay nada mejor que estar ilusionado de verdad. La ilusión es la
antesala de la esperanza y ésta es el motor de toda actividad humana.
El derrotista jamás trabaja en otra cosa que no sea su
propia desilusión. Allá donde se encuentre la mala cara se justifica diciendo
que hay que ser realistas y la falta de ideas la expresa con descalificaciones.
La persona ilusionada siempre trabaja creyendo de
antemano que será posible hacer realidad su deseo. Allá por donde pasa genera
confianza, no pide explicaciones innecesarias y proclama sus proyectos para
contrastarlos y mejorarlos con ayuda de los demás.
Septiembre es mes de ilusión y ésta debería alargarse
hasta la finalización del curso. Los despertadores habría que sustituirlos por
las ganas de comenzar cada día las tareas propias de la apasionante labor educativa.
Meter en las carteras lo nuevo y vivo que suele pesar poquito y luego, a lo
largo de todo el curso, vaciarlas de cualquier connotación que suene a
obsoleto y necrófilo.
La ilusión vale mucho más que el quejido de un “total
para qué”. Anima ver que hay muchísimos profesores, jóvenes y maduros,
apasionados por ser buenos educadores. Seguro.
jueves, 19 de agosto de 2021
Impotencia ciudadana
Te suben la tarifa de electricidad, ¡pues te jorobas. Te acribillan a impuestos de todo tipo, ¡pues te jorobas! Te engañan descaradamente en los medios de comunicación, ¡pues te jorobas! Eliges en las elecciones a un partido y éste, cuando está en el gobierno, hace todo lo contrario, ¡pues te jorobas! Ocupan tu casa, ¡pues te jorobas! Te impiden salir de tu domicilio cuando les interesa, con la excusa garantizar la salud pública, ¡pues te jorobas! Y así con una lista interminable de cosas.
¿Qué se puede
hacer frente a tanta sinvergüencería? Si eres prudente, esperar a las
siguientes elecciones para votar. Intentar cambiar a los que gobiernan para
sustituirlos por otros. Todos sabemos que ahí se ven las diferencias: NINGUNA.
Si eres de izquierdas, tienes la ventaja de que te puedes pasar todo el día en
la calle de manifestación, eso desahoga mucho la mala leche interna. Si tu
opción es de derechas, ni se te ocurra salir a la calle, ¡so facha!
Ahora estamos
bajo un régimen socio-comunista. Los problemas son los mismos que cuando
gobierna la derecha. La diferencia está en que a los votantes de izquierdas les
desaparece la crítica cuando gobiernan los suyos. La razón objetiva y monolítica
es “con tal de que no gobierne la derecha”. Son cada vez más pobres, tienen
menos trabajo, pagan más impuestos, el gasoil se lo pagan los ricos y por lo
menos sus dirigentes roban con su consentimiento, además de vivir como
asquerosos capitalistas. El dinero público no es de nadie. Si acaso la deuda
que se vaya generando ya la pagarán los biznietos o, mejor aún, no se paga y
que la perdonen, o condonen, o se olviden. Gasta hoy todo lo que puedas que
mañana, ya si eso, iremos viendo.
Así que visto
lo visto, ante tanta indefensión ciudadana, estoy deseando que lleguen las
siguientes elecciones generales para votar, perdón quería decir “vomitar”.
viernes, 4 de junio de 2021
EUFEMISMOS Y POSTUREO
¿Tan difícil
es? ¿Por qué no se llama a las cosas por su nombre? Cada vez que me hago esta
pregunta termino por concluir que la razón principal está inserta en ese gen
que llevamos dentro llamado cobardía. Por lo visto cuesta mucho expresar, con
la crudeza que se requiere, la realidad de las situaciones y el estado de las
personas y las cosas.
Es evidente
que describir un hecho, no cambia la realidad pero puede distorsionar la
percepción que se tiene sobre lo esencial de esa realidad. Por ejemplo, a una
persona octogenaria se le puede decir que está muy joven, pero todo el mundo
sabe que le quedan cuatro telediarios. Bueno, si tiene mucha suerte, quizás
cinco. La estadística nos demuestra que en España pasar de los ochenta y tantos
es la excepción y es una de las naciones más longeva del mundo. Da tranquilidad
que la gente no se muera sino que pase a mejor vida.
Pues estamos
en una etapa de la historia en la que los eufemismos y el postureo se imponen
como determinantes en esta sociedad. Entendiendo por eufemismo la suavización
de las expresiones, no caer en la grosería y, especialmente, evitar la descripción
franca y directa. Y por postureo, el ejercicio sin medida de intentar quedar
bien con todo el mundo para recibir la aprobación pública.
Toda la vida
han existido personas negras y blancas. Sin embargo, ni se te ocurra decirlo,
(¡perdón, ya lo he hecho!). Hay personas de color, en vez de color negro. Las
personas blancas no tienen color, por lo visto. Mira tú si no se podían llamar
personas encarnadas o rosáceas. Los políticos hablan de armonización fiscal
para crujirte a impuestos. La violencia de género es mala malísima en
comparación con cualquier otra violencia del género humano.
Pronto nos quedaremos sin papás y
mamás porque solamente se podrán tener “progeniteres”. Si asesinan a tu padre
por la espalda, con un tiro en la nuca, se soluciona abriendo un proceso de paz
con el asesino para conseguir la estabilidad social. Respetar la identidad de
una parte de la sociedad que argumenta su superioridad sobre el resto de la
población es derecho a decidir. El paro no aumenta, simplemente hay un descenso
de la población activa. La factura de la luz no se encarece, lo que pasa es que
no hay una buena distribución de las franjas horarias en el consumo eléctrico.
Los alumnos no suspenden, promocionan de curso con carencias en materias no
troncales. Hay nubes de evolución, por lo visto hay otras nubes que son fijas y
desconozco. En las ruedas de prensa de los dirigentes políticos no se admiten
preguntas. ¿Qué son las ruedas, qué es la prensa? No te suben el coste del
gasoil, simplemente estás colaborando en la transición ecológica. Los militares
siempre están en misiones de paz, los que van a la guerra son los malos y se
pelean entre ellos. Se producen víctimas colaterales y no se puede responsabilizar
a nadie. No se pierde dinero, es un crecimiento negativo o un aumento del déficit.
La pobreza ha desaparecido y los pobres de solemnidad, también. Existen
personas en riesgo de exclusión social, pero pobres, no. De igual manera sucede
con los países pobres. ¡Qué va! Son países en vías de desarrollo.
Tampoco hay ladrones, sino
presuntos individuos con apropiaciones indebidas. No hay despidos masivos sino
expedientes de regulación de empleo. Los servicios de acompañamiento, se han
sustituido por la prostitución de lujo. Los sobornos son hechos del pasado,
ahora hay tráfico de influencias. ¡Vamos! Hemos llegado a vivir en una sociedad
en que la gente ya no caga, ni defeca, lo único que le pasa es que tiene
tránsito intestinal y la mierda le escurre hasta los zapatos. Como le sucede a
cualquier cobarde.
miércoles, 5 de mayo de 2021
Remanso de paz
¡Qué bueno
encontrar un remanso de paz! ¿No has buscado, en muchas ocasiones, un espacio
de tu vida en el que sientas la felicidad? ¿No has necesitado dejar la
cotidianidad y soñar en un instante sereno donde tú seas tú? ¿Nos has
comprobado cómo lo esencial se escurre como el agua entre las manos?
Y todo se
consume en un abrir y cerrar de ojos. Los latidos del corazón solamente se
escuchan en la amenaza inminente y, sin embargo, pasan desapercibidos cuando
fluyen al compás del diapasón que marca el ritmo de la existencia.
Se corre de un
lugar para otro sin importar el origen ni el destino. La velocidad pasa al
primer puesto de la axiología. De esa manera dilapidamos los momentos
presentes, nos perdemos el disfrute de la belleza del lugar dónde nos
encontramos. Aceleramos y el ruido motorizado de la actividad ensordece la
melodía de vivir con intensidad. Se pierde la consciencia del ambiente que nos
rodea. Los pájaros siguen cantando y solo se percibe el chirriar de las ruedas
metálicas del tren sobre la vía.
Caminamos
hacia ninguna parte donde nadie nos espera. La nada no es atractiva. Pero, por
aquello de que no se va a perder el tiempo en cosas que, aparentemente son
tonterías, preferimos no detenernos en
el camino. Todas las señales nos indican stop. Pero nos las saltamos con la
ilusa pretensión de que llegaremos antes. ¿A dónde?
¡Para un
momento!
Siéntate.
Calla.
Déjate llevar.
Tranquiliza tu ser.
Abre los sentidos.
Respira.
Solamente respira.
Una y otra vez.
lunes, 22 de marzo de 2021
La necedad
La necedad es
la demostración evidente de falta de inteligencia. Lo que se viene describiendo
en el lenguaje popular, a través de sus dichos
y refranes, con tanto acierto como sabiduría. “Labrar en barbecho es labrar necio.”
No es más tonto porque no se entrena. “El necio cree que todo lo sabe.” “El
necio es atrevido y el sabio comedido.” A mí, especialmente me encanta el
refrán que reza así: “El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que
dice”.
Pues bien,
parece ser que estamos rodeados de necedad por doquier. Es una plaga que va en
aumento exponencial. Hay un exceso de idiotas que se han adjudicado el carnet
de sabios “omni-temáticos”. Saben de todo y lo que es mucho peor, dogmatizan y
sentencian con la autoritas que les proporciona su infinita ignorancia. Vociferan
el desconocimiento que tienen sobre economía, salud, educación, política, deporte,
cultura, etc., con tal desparpajo que llegan a creer que son referentes
sociales, poseedores de la verdad absoluta. Simplemente, no saben lo que dicen,
son tontos de capirote.
Suele ser muy
fácil caer en sus redes. Los pilares de sus verdades se fundamentan, la mayor
parte de las veces, en lo que consideran la mayoría social. Es decir, unos
cuantos que opinan como él mismo, el tonto de turno. Y, ¿Por qué opinan de la
misma manera? Pues porque ha salido en la tele, en las redes tiene muchos
likes, lo ha dicho un famosillo o un líder del partido político al que se le
vota con fanatismo por su mano derecha o su izquierda. No merece la pena entrar
en discusión con el necio, se acaba en su propio terreno. Porque “todo necio
confunde valor y precio”.