Llegamos al final del año 2016.
De una u otra forma muchas personas estarán haciendo balance. Expectativas que
se han cumplido, esperanzas rotas, planes truncados o terminados con éxito. Y,
casi seguro que, para el próximo año 2017, se estarán pergeñando nuevos
propósitos. Mientras se toman las uvas al compás de las doce campanadas, en un
último esfuerzo de síntesis, se formula el principal deseo: salud.
Las diferencias fundamentales
entre el último día de un año y el primero del siguiente, descartando la
copiosidad de las comilonas, suelen ser poco significativas. La mayor parte de
las veces es porque se piensa que los cambios se van a producir con magia y por
arte de birlibirloque. Pero no suele ser así, ya que se siguen repitiendo las
mismas pautas de conducta y, por tanto, se obtienen parecidos resultados.
Si
realmente quieres cambiar algo en tu vida te propongo 3 claves:
1.- Rechaza públicamente y de forma repetida aquel aspecto
que no te gusta en tu vida.
2.-Manifiesta a tus seres más queridos el propósito que te
has propuesto conseguir y la fecha en que lo habrás conseguido. Al mismo tiempo
pídeles su ayuda.
3.- Evidencia los avances que realizas anotando los pequeños
logros conseguidos y resalta los pasos que todavía te faltan.
Solo al
final del proceso, cuando evalúes los resultados sabrás con certeza si el
cambio se ha producido. Pero con toda seguridad te habrás acercado a la meta
que habías deseado, más de lo que te imaginas.
Tú, puedes
conseguirlo si quieres, si te quieres.