Si mis ojos, un brocal confundieran,
rellenos de mil lágrimas cautivas
robadas a la tierra que cultivas,
en témpano de tu piel se fundieran.
Mis labios secos de mirar, bebieran
el oscuro azul, fluido que me privas
hermoso regalo de tus dádivas
si tus miradas en mi se volvieran.
Con luz, en mi imagen te suspiro.
Roba la noche mi cara a la luna
ahogado en ti, sin aire respiro.
Una piedra coge la pena, una.
Todas soportan mi sueño herido
Brocal dolorido, posa en tu cuna.