¿Tan difícil
es? ¿Por qué no se llama a las cosas por su nombre? Cada vez que me hago esta
pregunta termino por concluir que la razón principal está inserta en ese gen
que llevamos dentro llamado cobardía. Por lo visto cuesta mucho expresar, con
la crudeza que se requiere, la realidad de las situaciones y el estado de las
personas y las cosas.
Es evidente
que describir un hecho, no cambia la realidad pero puede distorsionar la
percepción que se tiene sobre lo esencial de esa realidad. Por ejemplo, a una
persona octogenaria se le puede decir que está muy joven, pero todo el mundo
sabe que le quedan cuatro telediarios. Bueno, si tiene mucha suerte, quizás
cinco. La estadística nos demuestra que en España pasar de los ochenta y tantos
es la excepción y es una de las naciones más longeva del mundo. Da tranquilidad
que la gente no se muera sino que pase a mejor vida.
Pues estamos
en una etapa de la historia en la que los eufemismos y el postureo se imponen
como determinantes en esta sociedad. Entendiendo por eufemismo la suavización
de las expresiones, no caer en la grosería y, especialmente, evitar la descripción
franca y directa. Y por postureo, el ejercicio sin medida de intentar quedar
bien con todo el mundo para recibir la aprobación pública.
Toda la vida
han existido personas negras y blancas. Sin embargo, ni se te ocurra decirlo,
(¡perdón, ya lo he hecho!). Hay personas de color, en vez de color negro. Las
personas blancas no tienen color, por lo visto. Mira tú si no se podían llamar
personas encarnadas o rosáceas. Los políticos hablan de armonización fiscal
para crujirte a impuestos. La violencia de género es mala malísima en
comparación con cualquier otra violencia del género humano.
Pronto nos quedaremos sin papás y
mamás porque solamente se podrán tener “progeniteres”. Si asesinan a tu padre
por la espalda, con un tiro en la nuca, se soluciona abriendo un proceso de paz
con el asesino para conseguir la estabilidad social. Respetar la identidad de
una parte de la sociedad que argumenta su superioridad sobre el resto de la
población es derecho a decidir. El paro no aumenta, simplemente hay un descenso
de la población activa. La factura de la luz no se encarece, lo que pasa es que
no hay una buena distribución de las franjas horarias en el consumo eléctrico.
Los alumnos no suspenden, promocionan de curso con carencias en materias no
troncales. Hay nubes de evolución, por lo visto hay otras nubes que son fijas y
desconozco. En las ruedas de prensa de los dirigentes políticos no se admiten
preguntas. ¿Qué son las ruedas, qué es la prensa? No te suben el coste del
gasoil, simplemente estás colaborando en la transición ecológica. Los militares
siempre están en misiones de paz, los que van a la guerra son los malos y se
pelean entre ellos. Se producen víctimas colaterales y no se puede responsabilizar
a nadie. No se pierde dinero, es un crecimiento negativo o un aumento del déficit.
La pobreza ha desaparecido y los pobres de solemnidad, también. Existen
personas en riesgo de exclusión social, pero pobres, no. De igual manera sucede
con los países pobres. ¡Qué va! Son países en vías de desarrollo.
Tampoco hay ladrones, sino
presuntos individuos con apropiaciones indebidas. No hay despidos masivos sino
expedientes de regulación de empleo. Los servicios de acompañamiento, se han
sustituido por la prostitución de lujo. Los sobornos son hechos del pasado,
ahora hay tráfico de influencias. ¡Vamos! Hemos llegado a vivir en una sociedad
en que la gente ya no caga, ni defeca, lo único que le pasa es que tiene
tránsito intestinal y la mierda le escurre hasta los zapatos. Como le sucede a
cualquier cobarde.