Unas gotas de lluvia
El cielo está gris. En las nubes apenas se distingue la
separación entre una y otra. Solo el claro oscuro que produce la densidad
celeste marca la diferencia de grises en el techo atmosférico. Los árboles
verdes se cimbrean al compás de un aire fresco en este mes de junio. Sus hojas
están límpidas y húmedas. El brillo cristalino de las gotas de lluvia ensalzan
la belleza del valle. Los caminos y la carretera permanecen quietos y sinuosos.
Solitarios entre tanta paz derramada en las cercanías del majestuoso Moncayo.
Un gorrión vuela con avidez hacia el tejado de enfrente. Parece como si
quisiera llegar a su nido antes de que la lluvia arrecie y sus alas se vuelvan
demasiado pesadas para alzar el vuelo con dignidad. Ha comenzado a llover otra
vez. El cemento de las calles toma de nuevo el lustro y se dibujan en el suelo
multitud de circunferencias que vibran con el golpeteo de cada gota de agua.
Tras mi ventana moteada por minúsculas
perlas cristalinas, se abre el silencio rural del pueblo. Todo es quietud y
paz. Mis ojos se dejan llevar con delicadeza sobre la imagen en lontananza. Una
sensación de felicidad efímera rellena el alma sin permiso. Quizás es un
momento de deleite no descrito ni enumerado en el diccionario de la vida. Tal
vez, entre estas rendijas se encuentre el placer de las pequeñas cosas que
normalmente pasan desapercibidas en el ruido del mundo. Solo hay que detenerse
un instante y contemplar. Dejarse llevar por la respiración y mirar más allá de
nuestros intereses inmediatos. Soltar la utilidad y abrazar el devenir que no
esperamos. Abrir la puerta a los sentidos, atrofiados por la inmediatez de los
deseos, para que entre la primavera o el resto de las estaciones. La luz y las
claridades que se dibujan en la pizarra de las sombras. Los silencios de la
mano de tantas esperanzas humanas que simplemente ansían una brizna de
felicidad para seguir viviendo. Unas gotas de lluvia empapan la tarde y el
encanto y la magia de las leyendas becquerianas han dejado una pincelada verde
envuelta en papel de regalo.