La violencia de género se refiere
exclusivamente a la violencia que ejerce el género masculino contra el
femenino. A fecha de 22 de febrero de 2017 van desgraciadamente 15 mujeres
asesinadas. El año 2016 fueron 55 mujeres, según consta en la Federación de
Asociaciones de Mujeres Divorciadas y Separadas. Una vergüenza, un horror
insoportable en esta sociedad del siglo XXI. Datos que ponen los pelos de
punta. Mi condena sin paliativos.
He intentado recopilar el dato de los
hombres asesinados por sus parejas y me ha resultado prácticamente imposible.
El primer impulso es pensar que no se da este supuesto, lo cual es
gratificante. Ya sé que lo que no se publica “no existe” y me da a la nariz que
no debe ser tan idílico que solo se ejerza la violencia de género en una única dirección:
del hombre hacia la mujer.
Lo cual me lleva a concluir que lo
políticamente correcto es poner el énfasis en la palabra “género”, como dando a
entender que lo importante es el carácter femenino de quien sufre la violencia
y no se pone el acento en la palabra “violencia”, la ejerza el género masculino
o femenino.
La violencia es el principal problema de
esta sociedad hipócrita. Cualquier persona, hombre o mujer, que consiente la falta
de respeto, fomenta la agresividad, educa en la ira, estimula el rechazo a
quien no piensa igual, ejerce el egoísmo, impone su voluntad por la fuerza, etc…
se convierte en una persona violenta, sea del género que sea. Y la violencia es
el principal horror que estamos consintiendo.