Vivir y sentir el año nuevo
Muchas personas queremos olvidar el año
pasado. Fue una pesadilla con la aparición del coronavirus. Las expectativas
que se habían puesto en su inicio se echaron por tierra a los poco meses. Llegó
marzo y con él, el confinamiento en los hogares. Hacía mucho tiempo que la
libertad no se sentía tan amenazada. La mayor parte de los planes personales se
postergaron para el momento en el que llegara la normalidad. Y esa normalidad,
no llega nunca. Hablan de la nueva normalidad como si la vida fuera estática y
los cambios no se produjeran. La vida nunca es normal. La vida está en un
cambio permanente. Por tanto, no podremos encontrarnos como antes de la
aparición del virus. Se ha iniciado un año nuevo. Propongo vivir y sentir el año nuevo
de una forma distinta, como se merece la condición humana.
Vivir y sentir el año nuevo. Vivir y sentir una vida nueva. Este
deseo recurrente todos los años no es fácil conseguirlo. Está supeditado,
fundamentalmente a la salud. Y ésta no depende en su totalidad de nosotros. Es
un gran regalo al que podemos contribuir cuidando nuestros hábitos de vida.
Pero al fin y al cabo sigue siendo un regalo. Así que con el permiso de tu
salud y si realmente quieres vivir y sentir el año recién estrenado como el año de tu vida, te propongo
varios retos:
1.- Piensa a
conciencia no más de dos o tres deseos que te gustaría ver cumplidos. Sin
prisas, dándote el tiempo que creas necesario para concretarlos. Con ambición y
realismo. Mezcla el atrevimiento y la humildad.
2.- Cuéntaselo especialmente a tus seres queridos. Explícales con el
mayor detalle que propósitos o deseos quieres alcanzar. Y, si lo crees
conveniente, pídeles la ayuda que necesites en el momento que consideres.
3.- Anota los pequeños logros que vas consiguiendo y destaca los pasos
que todavía te faltan. Cuando te des cuenta de los errores que vas cometiendo,
alégrate porque es la señal de que estás en la dirección correcta. Reconoce los
fallos y mejora tus actuaciones. Pero sobre todo permanece en los objetivos
marcados.
4.- Agradece sin medida a quienes te hayan ayudado durante el proceso.
Nunca te canses de dar las gracias por lo pequeños detalles. Es necesario
recordar que nuestra vida depende mucho de las personas que nos rodean y
siempre recibimos mucho más de lo que damos.
Solo al final
del proceso, cuando hayas evaluado los resultados, sabrás con certeza si el
cambio se ha producido. Pero con toda seguridad te habrás acercado a la meta o
expectativas que habías deseado más de lo que te imaginas. Durante el
camino habrás vivido y sentido el año como realmente nuevo. Si te quieres, ¡atrévete!
RaRoLo
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