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domingo, 22 de marzo de 2015

Presentación libro SIN TECHO Y DE CARTÓN

“Sin techo y de cartón nos invita a contrarrestar nuestra propia indiferencia, a volver a poner a la persona en el centro; la persona real, de carne y hueso, con nombre. Son más de treinta personas, con nombre e historia, las que en este libro entrecruzan sus vidas y destinos. De alguna forma, casi todos los retratos nos son conocidos. Habla de madres y abuelas, de hombres y niños, de esposas e hijas, de trabajadores y desempleados, de vecinos e inmigrantes, de profesionales y religiosos, de grandes en humanidad y de miserables, quizá de nosotros mismos. Habla de amistad, amor, fracasos…” 
Jorge Nuño Mayer 


domingo, 1 de marzo de 2015

EL ESCRITOR Y LOS BENEFICIOS ECONÓMICOS


Una apuesta por el ánimo de pérdidas y sin ánimo de lucro.


            La mayoría de las personas piensan que un escritor después de escribir un libro, éste  aparece en las librerías del país, los clientes lo adquieren y la cuenta corriente del escritor comienza a incrementar el saldo a su favor. Error. Nada más alejado de la realidad. Ni siquiera se puede aplicar a los mejores escritores de reconocida fama.

            Lo más habitual es que un escritor esté apasionado por un tema concreto y desee comunicarlo a las personas porque le seduce dar a conocer sus ideas, sus fantasías, sus sentimientos, su forma de ver la vida… Y, como se siente feliz escribiendo, pasando horas organizando el contenido, dejando volar su imaginación, consultando libros e información sin descanso, observando la vida, las personas, las situaciones, consigue plasmar en el archivo de un ordenador, miles de palabras escogidas, mimadas, excavadas en el fondo del diccionario, para transmitir su mensaje de la mejor manera posible.

            El escritor o la escritora, en adelante los denominaré autor, sin ánimo de herir susceptibilidades de género y para no complicar la redacción del escrito. Pues el autor, después de pasar interminables horas frente a la pantalla del PC consigue concluir el libro y lo lee y relee una y otra vez. ¡Por fin puede publicarlo! Desde este punto comienza el camino hacia el calvario de la edición.

            Si además el autor es novel y no nobel, la cruz que debe soportar todavía es más pesada. Su primera pregunta es: “Y ahora, ¿a quién le enseño el libro para que se publique?”  La respuesta parece sencilla. A una editorial, claro. Se envían correos a las editoriales y como mucho te contestan amablemente. Ellas saben que si quieren tener negocio deben hacer caso a los autores que hayan vendido más de 5000 ejemplares de alguna de sus publicaciones. A no ser que algún amigo te asegure el marketing y la publicidad en los medios de comunicación. Ya se sabe, sólo se vende lo que se conoce.

            Como no es fácil ser principiante e incluso veterano en el arte de escribir, vendiendo esa cantidad de libros en un santiamén, recurre a las editoriales de autoedición. Éstas publican el libro si lo mandas corregido totalmente. Con las imágenes correspondientes, prácticamente maquetado, te dicen que lo distribuirán a no sé cuantas librerías, pero no te explican que los distribuidores sólo distribuyen los libros que “venden” es decir aquellos que seleccionan las librerías porque son los que les proporcionan los beneficios, totalmente razonables, para que mantengan su negocio. Como se puede apreciar ese libro todavía no se “vende”, simplemente aspira a ello.

El resultado es que la autoedición corre a cargo del autor, paga la impresión, la supuesta publicidad que te van a dar en las librerías de venta en e-book, y el sello de la editorial que queda impreso en cada libro. Todos los gastos son para el autor y le mandan el paquetón de libros a su casa. Por fin ha conseguido tener mucho más que un archivo en el ordenador, ha conseguido ocupar parte de la habitación de su vivienda con cajas de libros.
            Ya puede regalar a la familia, a los amigos y a los compromisos que haya adquirido. Eso es amor al arte y a la literatura. Los bolsillos vacíos y la casa llena de letras. Romántico, emocionante.
           
Pero autor es insistente y no se rinde a la primera. Entonces decide buscar un agente literario. Y con mucha suerte alguno le responde diciendo que debe invertir en la publicación de su libro una cantidad de dinero que para conseguirla necesitará vender por lo menos 1000 libros para recuperar los euros invertidos.

Pongamos un ejemplo comparativo:
Una persona contratada cobra unos 800 € al mes. Trabaja unas 160 horas. Veamos que necesita realizar un escritor para llegar a esa cantidad.

Autor apoyado por una agencia literaria:
Un escritor escribe un libro de unas 160 páginas en un mes, dedicando unas 160 horas si es un experto literario. Si tiene la suerte de que se lo publica una editorial sabe que si el libro se vende a 10 €, a la imprenta le corresponde unos 2 o 3 €, el distribuidor se queda  4 o 5 €, la librería que lo vende alrededor de 3 € y al autor le pasarán 1 € de los cuales debe pagar sus impuestos, con lo que el autor obtiene unas ganancias de 0,8 € aproximadamente, por cada libro vendido. Es decir que, para ganar 800 € necesita que la editorial haya vendido 1000 libros, en un mes. Todo un best seller.

            Por fin ha conseguido recuperar el dinero que tuvo que invertir con la agencia literaria para que le publicaran su libro. Es decir, hasta ahora no ha obtenido ningún beneficio económico. Necesitará que se vendan otros 1000 ejemplares para poder cobrar 800 €. Si se da esta situación observaremos que se ha producido el milagro y nos encontramos ante un aspirante a ser reconocido como un autor muy, pero que muy, destacado.

Autor que opta por la autoedición:
            El mismo libro descrito en el apartado anterior de 160 páginas. Cuesta alrededor de 2000 € si imprime 1000 ejemplares. Necesita vender personalmente 200 ejemplares, entre familia, amigos y conocidos (que son muchos) para poder recuperar los 2000 € de la edición.
            Pero si quiere ganar los 800 € deberá llenar la mochila con 100 libros más y dedicarse a venderlos puerta a puerta y hacerse un verdadero agente comercial. Estupenda profesión con la que no esperaba tener que especializarse. Incluso puede hacerle pensar que su vocación era precisamente esa ser agente comercial. Todo un descubrimiento.

Menos mal que los verdaderos beneficios no son económicos, ni crematísticos. Lo que verdaderamente llena al autor es su generosidad al expresar en unas páginas el pensamiento, la emoción, las cuitas y alegrías del ser humano, necesidades imprescindibles para hacer de este mundo un lugar de convivencia y libertad.


jueves, 4 de diciembre de 2014

JUEGO Y AZAR

A veces se asocia juego y azar. Los llamados juegos de azar dudo que realmente sean juegos. En ellos no se ve con claridad dónde está la participación activa del jugador. Los juegos implican una serie de acciones muy alejadas del concepto de pasividad con la que se espera la suerte en los juegos de azar. Los juegos contribuyen al aprendizaje en las diferentes disciplinas. ¿Qué aprendizaje se fomenta con el juego de azar? Muchos juegos están basados en el concepto de, “la vida es un juego”, esta frase hace referencia a la suerte que nos ha correspondido en esta vida. Como consecuencia de ello el hecho de pensar que no se tiene suerte, es creer en ella y algunos de los que piensan de esta manera, se sienten abocados a jugar como la panacea de que en algún momento se les solucione la vida. Ya sabemos cuanta gente intenta conseguir dinero de manera azarosa (bingo, juegos de loterías, quinielas, apuestas, etc.) de tal manera que, cuanto más pierden a la lotería, por ejemplo, más les motiva seguir apostando en ella. El análisis personal sobre algún aspecto de su vida no pasa por la conciencia de fracaso y la incapacidad de afrontarlo, sino que se achaca a la mala suerte que el destino le ha preparado.

            Cuando la persona no está contenta con la dotación de bienestar que le ha regalado la vida, el juego puede servir de sustitutivo y compensar con la esperanza en una racha de suerte que mitigue dicho malestar. Hay personas que se quejan de su trabajo, de la poca remuneración que reciben a cambio, de la carencia de bienestar producto de vivir con una economía de subsistencia y ponen sus esperanzas en el juego y el azar creyendo que algún día les tocará la lotería o recibirán un premio inesperado que les librará de esa condición tan penosa en la que se ven inmersos. Ponen su fe en la suerte y, en algún momento, por arte de birlibirloque obtendrán el premio de ese paraíso al que se creen con todo el derecho del mundo, aunque no hayan dado un palo al agua en toda su vida. En el fondo también es una forma de buscar la felicidad. Tratar de vislumbrar un pequeño rayo de luz de esa felicidad posible que la indefinición del futuro puede llamar a la puerta el día menos esperado. La vivencia de una desorientación continua ante la vida hace que el individuo se abandone al destino, pero sin perder la ilusión de encontrar en el azar la compensación a todos los males de los que no se siente responsable. No creo que el enfoque del azar sea lo más acertado para encontrar luz en el camino.

De “Caminar a tientas”


lunes, 1 de diciembre de 2014

ACTITUD DE CREAR


El silencio es el medio en el que se genera la creatividad y el amor a la sabiduría. ¿Por qué no me he dado cuenta antes?, se preguntaba. Han pasado demasiados años para comprender que no se puede vivir sin reflexionar en profundidad. La usurpación permanente de la actividad, ahoga los espacios para que la mente y el corazón se pongan de acuerdo en la búsqueda de nuevas visiones sobre nosotros mismos y la naturaleza del mundo que nos acoge.

Ahora me pregunto: ¿Por qué no he dedicado horas a la creación de nuevas ideas que dieran soluciones nuevas a los problemas que he ido arrastrando durante toda mi vida? En su lugar, he perdido un tiempo maravilloso en quejarme. En ilustrar mi desgraciado destino sin caer en la ocurrencia de que yo podía tener la clave de la solución.  Tal vez hubiera descubierto caminos o aportaciones complementarias, si todos mis sentidos los hubiese focalizado a discernir lo importante. Pero caí en el error de subestimar mis capacidades y pensar que el tiempo tiene la solución para todos los problemas.

¿Por qué he empleado tantos recursos a los recuerdos y no los he dedicado a generar elementos positivos para el futuro?  Ahora me doy cuenta de que no se puede avanzar dando trompicones, mirando exclusivamente al pasado. Si todos hiciéramos eso quién iba a dedicar sus talentos a mejorar esta humanidad. Yo formo parte de este planeta llamado Tierra y puedo hacer algo, aunque sea muy poquito, para que brille mejor en medio del Universo.
            Acepto mis carencias creadoras hasta este momento pero me resisto a consolidar mis imperfecciones pasadas. Si respondo a la primera pregunta del Mago, “¿Quieres?”, mi respuesta es afirmativa. Si me creo a pies juntillas “Tú puedes”, no voy a reparar en mis defectos, serían demasiados obstáculos a superar. Necesito fundamentar las fuerzas en mis cualidades. Si pongo la confianza en “Tú vales”, seguro que obtendré buenos resultados.

De “El mago Mangarín”



viernes, 21 de noviembre de 2014

3 Claves para convivir

(Para ser conscientes de una vida con sentido)

Tres claves necesarias para mantener una armonía en la convivencia. Primero es necesario conocerse a sí mismo y aceptar lo bueno y lo menos bueno de nuestra forma de ser. El conocimiento de sí mismo proporciona los elementos pertinentes para actuar desde la consciencia que te proporciona la mente, como he señalado en el capítulo que hace referencia a ella. Segundo, conocer el entorno cultural donde te desenvuelves para comprender el desarrollo de las vidas de tus semejantes. Cada cultura dispone de unos elementos comunes como el lenguaje, el clima, la historia, etc. que conforman su propia idiosincrasia. Es conveniente saber interpretar el significado de los acontecimientos que se producen dentro de esa sociedad si se quiere estar a la altura de las circunstancias y no verse tan perdido como un pato en un garaje. No me resisto a subrayar las dificultades que surgen en el tipo de convivencia forzada, entendida ésta como no elegida y en la cual no queda más remedio que sobrevivir. Me refiero, por ejemplo, a trabajos donde las buenas relaciones son imprescindibles para la buena marcha del negocio y precisamente, no se tiene la potestad de cambiar a quienes no “caen bien”.  Y tercero, voluntad para la búsqueda del bien común. La convivencia implica una dimensión activa. Con-vivir. Vivir con otro es diferente a vivir conmigo mismo. Hay personas que basan sus relaciones en la aceptación o rechazo de lo que reciben de los demás. Es una forma reactiva de convivir. Siempre esperan recibir de los demás lo que ellos jamás han aportado. El egoísmo les impide entender las transacciones que se producen entre las personas que tiene a su alrededor y consigo mismas. Su objetivo es la consecución del bien propio y no desean el bien común, por tanto viven dentro de una sociedad que les sirve, pero sin encontrar el lugar de su vida. La convivencia exige estar dispuesto a salir de uno mismo y buscar en el otro el elemento de enganche personal. Si efectivamente hay voluntad de convivir con alguien en concreto, se ponen en marcha de forma casi automática, estas tres claves mencionadas anteriormente.

jueves, 16 de octubre de 2014

Hace más de 50 años...


La escuela era pequeña, tenía dos aulas y cada una de ellas presidida en el centro por una estufa de leña, con un tubo unido al techo por el que salía el humo. Durante los fríos inviernos era muy apreciada por alumnos y maestro. Encima de la pizarra estaba colgado el crucifijo y a la derecha del encerado el dibujo de un calendario con el día, mes y año en curso. Una veintena de pupitres con asientos abatibles de madera. En el centro y a la derecha de la mesa, sendos tinteros de porcelana insertados en unos agujeros destinados para ello. El maestro cada día encargaba a dos niños de llenarlos con tinta azul que previamente había preparado en una botella de relleno. Recordaba la tonadilla de las canciones que enseñaba Don Antonio para que todos los niños aprendieran la tabla de multiplicar. Una por una es una. Una por dos es dos.., El patio escolar no existía y era sustituido por la calle del pueblo. Durante el recreo daba tiempo de acercarse a casa, comer un pequeño bocadillo de salchichón  (¡qué rico le sabía!) y además jugar un partido de fútbol con sus compañeros. Las porterías estaban delimitadas con dos piedras gruesas en medio de la calle y cualquiera de la clase entraba en el equipo que menos gente tuviera. Algún pescozón repartía  el maestro cuando no se cumplía con los deberes estipulados, pero no se tomaban como castigos dañinos, sino como correcciones necesarias para la educación. David recordaba lo mucho que aprendió con aquel maestro. Le impactaba el afán que tenía por aprovechar todos los materiales escolares. Recogía los grandes carteles que anunciaban espectáculos y los recortaba en formato de folio para que los niños pudieran hacer las cuentas por la parte no escrita. De alguna manera se había adelantado a los tiempos actuales cuidando con el reciclado el medio ambiente.

De "El Mago Mangarín"

martes, 9 de septiembre de 2014

La palabra

Se está perdiendo el don y el valor de la palabra. La palabra era la fuente principal de las relaciones y la firma del compromiso. Recuerdo las palabras cariñosas de mi madre, las afirmaciones éticas de mi padre, los consejos de los vecinos para que no me hiciera daño y advirtiera el peligro, los saludos sencillos, “buenos días”, “buenas noches”, ¿qué tal está usted?, por favor, muchas gracias, sería tan amable de… La palabra enmarcaba la cortesía para abrir las puertas del otro, marcaba la linde del respeto que le corresponde a cada ser. Al mismo tiempo tenía un significado profundo para todos. Se decía esa persona es una persona de palabra, ello garantizaba que la confianza que se podía depositar en ella estaba a prueba de todo. Los contratos se firmaban dándose un apretón de manos y bastaba la palabra dada para asegurar el cumplimento de lo comprometido en el pacto. Me estoy dando cuenta que ahora las cosas no son así. La gente dice una cosa y lo contrario al mismo tiempo. Todo vale y todo se puede justificar en función de la conveniencia temporal. Cada día aumenta el número de abogados y cada vez tienen más trabajo por la falta de palabra en la que se mueve la sociedad actual. Los triunfadores son aquellos que encuentran rendijas en la justicia y los perdedores quienes se fían de la bondad natural de la humanidad.

De “El mago Mangarín”

Rafael Roldán

domingo, 17 de agosto de 2014

El regalo de la vida

La vida nos viene dada como un regalo. Cuando lo vamos desenvolviendo nos damos cuenta en qué consiste ese don. Para algunas personas cualquier agasajo que reciben es criticado por algo que no les convence y por tanto motivo de disgusto. Para otros en todas las dádivas encuentran un motivo de alegría. "El mago Mangarín"

jueves, 7 de agosto de 2014

Recetas de Aula




Recetas de aula
(Comentario sobre el libro Recetas de Aula realizado por la bibliotecaria de Fundación San Valero en la primera edición publicada en soporte papel.)
El pasado día 17 de noviembre tuvo lugar en el Salón de Actos de Fundación San Valero la presentación del libro Recetas de Aula, escrito por nuestro compañero Rafa Roldán.
El libro se divide en dos partes. En la primera, el autor deja al descubierto su forma de entender la vida; clave para poder sacarle todo el jugo a cada una de las recetas que de forma individualizada nos va presentando.
En la segunda parte, después de toda una vida dedicada a la docencia en FSV donde se ha ido formando como persona y profesor en la delicada tarea de educar, Rafa ha plasmado en este libro de una forma sencilla y amena sus propias “recetas de aula” con las que ser capaces de encarar las diversas situaciones a las que cualquier docente se tiene que enfrentar en su quehacer diario. Siempre desde el cariño que profesa a los jóvenes, a los que cada día trata de entender, ocupando junto a ellos pupitre en el aula y así, juntos, mirar la vida en la misma dirección, haciendo suyos todos esos problemas tan típicos de la adolescencia.
Recetas de Aula nos muestra una educación comprensiva, cercana, donde el ingrediente principal de este guiso es el alumno y su formación como persona. Cada receta posee las dosis justas de respeto, mano derecha, mano izquierda, autoestima e innovación para conseguir que la tarea de educar sea un binomio alumno-profesor.
Por todo ello, tenemos en nuestras manos una obra de gran valor pedagógico para todo aquel que sienta que la educación va más allá de un encerado en el que se agolpan nuevos conocimientos.
Mercedes Vara Fínez
Responsable de Biblioteca FSV

“Educar al adolescente en el respeto, con mano derecha e izquierda es decir tú vales. Ahí está la innovación”