Los
partidos políticos a lo suyo. Parece que sólo les gusta presionar la tecla del
play y repetir, una y otra vez, la misma monserga que les ha escrito en una
octavilla el dirigente de su organización. Son un poco cretinos y piensan que
sólo con “su receta” salvarán al país. Las orejas les sirven para apoyar las
monturas de gafas que apenas son capaces de soportar los cristales de “culo de
vaso”. Total para seguir en su ceguera. No ven tres palmos más allá de sus
narices.
Para el
pueblo, pan y circo. Con la Eurocopa se olvidan todos los males. La gente es
capaz de llorar de alegría porque un futbolista de su selección nacional que ha
metido un gol. Un gol que ha hecho a todo un país feliz. Demasiadas personas
son capaces de justificar el fraude fiscal de un excelente jugador de fútbol,
incluso se ve con buenos ojos que todo un club de fútbol propague una campaña
dándole su apoyo, utilizando el mismo eslogan que el de un asesinado por un
terrorista. ¡Nos hemos vuelto locos!
¿Dónde
se encuentran esas personas que lideren esta sociedad des-estructurada y carente
de un horizonte humanizado? ¿Quiénes son referentes del bien ser que se atrevan
a separar lo esencial de lo accidental, el grano de la paja?
Sin
ánimo de que flote una visión catastrófica de la sociedad en la que vivimos, me
gustaría dejar claro mi convicción de que existen muchos padres y madres,
educadores, profesionales, artistas, científicos, escritores, y un largo etc.
de personas, que con su voluntad de mejorar esta humanidad, intentan todos los
días dejar un mundo mejor que el que se encontraron. A todas ellas dedico las
lágrimas de mi alegría, en medio de esta locura de vivir. Como las hormigas,
ellas son las que colaboran en soportar el peso de lo que realmente
necesitamos.