martes, 26 de abril de 2016

5 Pasos: Aprende a ser imperfect@

5 pasos: Aprende a ser imperfect@

                A casi nadie le gusta reconocer las imperfecciones personales. Hemos creado una cultura basada exclusivamente en el éxito y el crecimiento. Nos enseñan a ser perfectos a fuerza de criticar nuestros errores. La norma principal es no equivocarse. El objetivo se resume en ser persona diez.
                Sin embargo la realidad es tozuda. Nada, ni nadie es perfect@. Aunque se intente por todos los medios tapar la imperfección, la impureza, el error, la equivocación, siempre están presentes en la vida de cualquier ser humano.
                Pero parece ser que nadie se preocupa de enseñarte a ser imperfectamente humano. Por eso yo te propongo cinco pasos que te ayudarán a ser feliz con tus errores o, al menos, a ser consciente de que vivir a pleno pulmón y dormir a pierna suelta, se puede conseguir aceptando, como puedas, tu propia realidad.

Paso nº 1: No eres el centro del universo (aunque te lo hayas creído alguna vez).

                Si alguna vez has pensado que eras el centro del universo quizás te hayas dejado llevar por tu propio endiosamiento. No pasa nada si te das cuenta. Pero si no eres consciente de ello, tal vez se convierta en algo enfermizo. Es mucho más sencillo aceptar la vida como un regalo que hemos recibido porque sí. Entonces nos sentimos agradecidos, reconocidos, señalados.  

Paso nº 2: Apasiónate por tus proyectos como si nadie pudiera llevarlos a cabo como tú.
               
                Intenta desarrollar a tope tus deseos más importantes. Pon la pasión como tú y solo tú sabes hacer. Cree en ti siempre. Sabiendo de antemano que no lo sabes todo pero te puedes acercar un poquito más a lo que buscas. Si te equivocas muchas veces es que lo has intentado también muchas veces. Duda de tus certezas y encontrarás nuevos caminos.

Paso nº 3: A cada fracaso acumulado agradécele lo que has aprendido.

                Las cosas nunca salen bien a la primera. Antes de haber llegado a la meta hay que recorrer un sendero repleto de dificultades y en la tarea de superarlas se encuentra más felicidad que en la llegada. Cada pequeño esfuerzo, cada renuncia, cada tropiezo son oportunidades de aprendizaje. Da gracias porque te acompañen los conflictos y los problemas. Son compañeros de viaje para que perfecciones la serenidad.
               
Paso nº 4: No intentes vivir la vida por los otros.           

                Muchas veces crees que sabes cómo afrontar los trances ajenos e intentas hacer lo que no te corresponde a ti. Respeta la          libertad de los demás, deja que vivan su vida. Simplemente acompaña, escucha, mira más allá de lo que parece evidente, intenta comprender. Traspasar el nivel de necedad está al alcance de cualquiera si deja libre albedrío a su ego.

Paso nº 5: Sé humilde y disfruta con los aciertos de los demás.


                Sencillamente sé tú. No eres menos, ni más que nadie. No te compares. Admira la belleza, la inteligencia. Felicita los aciertos y apoya a los demás con todas tus fuerzas cuando se encuentren en dificultades. Alégrate cada microsegundo porque respiras. Y, sobre todo, disfruta con los aciertos de los otros, de lo contrario tú te lo pierdes.



jueves, 14 de abril de 2016

Vida y sentido

Y la vida brota siempre. Entre las rendijas que olvida el grisáceo sinsentido. Armonía, contraste, luz y perfección frente a la dureza urbanita. Humildad ofrecida y desnuda, soñando una esperanza.


Hoy puede ser un gran día para disfrutar de la belleza que nos envuelve. Para sumergirnos en el placer de nuestros sentidos. Todos ellos nos recuerdan sutilmente que estamos vivos. ¿Se puede pedir más?



El tiempo detiene la savia y el tronco se desnuda sin miedo. Sabe que su lecho de vida siempre le espera. Sereno, fiel. Dejando su fuerza, abandonado, entregado al ser y repleto de paz.


Tal vez esta gélida blancura esconda las últimas lágrimas del invierno. Empapando el humus del bosque, suplicando la nueva primavera que llama a la puerta desde el cielo.