martes, 2 de febrero de 2016

Se necesitan líderes

                Sí. Se necesitan líderes. Personas con la fuerza suficiente para levantarse del sillón y ponerse manos a la obra. Ciudadanos generosos dispuestos a defender las ideas que dan sentido a sus vidas. Personas libres que no mediatizan sus convicciones por las conveniencias únicamente personales.
                Líderes honrados. Fieles a sus principios. Capaces de dialogar con asertividad, es decir sin utilizar la agresividad, ni abandonarse en la pasividad que deja las cosas como están. Personas que basan sus relaciones en la confianza en los demás, incluso, y sobre todo, en aquellos que no piensan de la misma manera.
                Personas serenas, equilibradas, honestas. Individuos que garantizan la veracidad de las palabras con la evidencia de sus hechos. Que  a pesar de no desear protagonismo alguno, acaban mostrando el camino a seguir a sus iguales. Gente sencilla dispuesta a equivocarse y a reconocer sus errores. Capaz de rodearse de personas a las que les atribuye cualidades y competencias mucho mejores que las suyas.
                Se recompensará únicamente con la satisfacción personal de haber contribuido a ser modelo de vida para otras personas e intentar hacer esta sociedad un poquito más inteligente y feliz.

                PD: No se necesita enviar curriculum a ningún sitio.


sábado, 23 de enero de 2016

POLÍTICOS Y CONFIANZA

                Cada ciudadano vota al partido que le parece porque cree que puede gestionar los principales problemas que le preocupan y buscar las mejores soluciones.    Pero se está dando un fenómeno muy curioso y es que, en vez de dedicarse a exponer cómo van a desarrollar sus políticas, se dedican a rebuscar en los trapos de sucios de los partidos que consideran sus adversarios. Han conseguido  con ello que los ciudadanos desconfiemos de todos ellos y que nadie se fie de nadie.
                Al mismo tiempo, y con estas actitudes, pretenden generar confianza en sus políticas y piden el voto a las mismas personas que les están observando. ¿Creen que son imbéciles o qué?
                Cuando son elegidos y han conseguido el voto que les encumbra a la categoría de “señorías”, se les olvida que, prioritariamente,  están al servicio del pueblo y no al partido por el que se han presentado. Los partidos que no piensan exactamente como ellos, les califican como enemigos y son incapaces de reconocer incluso aquellos aspectos en los que coinciden sus políticas.
                Los ciudadanos les votamos para que sean competentes, capaces de dialogar con quienes no piensen de la misma manera –como hace cualquier dictador-, para que mejore el entendimiento, la concordia, la justicia, los derechos y las libertades.

                La buena convivencia se fundamenta en la confianza entre las personas y la mayoría de los líderes políticos no están resultando precisamente modélicos. ¡Qué pena!    

martes, 12 de enero de 2016

Vida con sentido: GENTE BUENA

Vida con sentido: GENTE BUENA: Quiero dedicar mi humilde homenaje y reconocimiento a la inmensa mayoría de personas que intentan vivir con honradez. Esas vidas desconocid...

GENTE BUENA

Quiero dedicar mi humilde homenaje y reconocimiento a la inmensa mayoría de personas que intentan vivir con honradez. Esas vidas desconocidas que no salen en las noticias de la TV, ni de la prensa, ni siquiera se comentan en las conversaciones vecinales. Son buena gente. Sencilla. Trabajan en lo que les corresponde. No llaman la atención, ni piden ninguna medalla por sus hermosos méritos. 
Respetan a todo el mundo. Ayudan a quien lo necesita, sin pedir nada a cambio. Ceden el asiento en el autobús, saludan con cortesía, sonríen sin más.
Pagan sus impuestos porque saben que es la manera de tener los servicios que necesitan los ciudadanos. Son responsables con sus compromisos y no intentan engañar a nadie.
Acompañan a quienes se encuentran en la soledad. Escuchan el corazón de sus semejantes porque es el espejo donde se pueden mirar y admirar.
Al ingente número de esas personas buenas, escondidas en el anonimato, mi gratitud, mis mejores deseos para que sigan siendo así. Porque esa es la única manera de seguir creyendo que este mundo camina en la buena dirección.
Estoy convencido, amig@ que tú eres un@ de ell@s.
Para ti, un fuerte abrazo.


jueves, 24 de diciembre de 2015

LA LUNA DE MIS AMORES

  Qué sabe la luna de mis amores,
y el mar de mis andares,
si duerme durante el día
 y braman sus olas en los ijares.
De un caballo negro
cabalgando a tu orilla.

La luna de mis amores,
con las sirenas en la bahía,
reposa, las noches claras
en la cama del agua fría.
Las tardes limpias,
en las arenas vacías.

Quién canta tiritando
gélido y sin quebrar la voz,
temblando, al ver llegar
a la amada blanca
de noche invisible,
presente de día.

La luna de mis amores
ha mirado en su agonía
matinal, subida
al horizonte, perdiendo
sus ojos vueltos
en la claridad mecida.

En los rumores, siempre
porfía la luz nocturna.
Con eternos menesteres
tránsitos y pudores.
Qué sabrás tú, redonda
encantada, de mis amores.


viernes, 11 de diciembre de 2015

El coste de la mentira.


     La falacia es el engaño o mentira con el que se pretende engañar a una persona sin que ésta se entere de ello. Y la paradoja es una expresión que envuelve una contradicción. Son dos palabras extraordinariamente representativas que utilizan nuestros políticos para buscar el lanzamiento hasta el poder. Una vez instalados en el sillón, le corresponde al elector comprobar cuánto hay de mentira o verdad en las afirmaciones que utilizaron sus elegidos en las campañas de captación de adeptos.

      Los ciudadanos ya estamos muy cansados de tantas mentiras, expresadas en forma de falacias o de paradojas. Necesitamos comprobar con nitidez las verdades como puños. Los representantes políticos de los partidos nos han acostumbrado a soportarles circunloquios ante cualquier pregunta directa que simplemente tiene dos respuestas: sí o no. Te intentan convencer de que un triángulo es cuadrado e incluso redondo y se quedan tan “anchos”. 

     Con estas artimañas han conseguido que las personas de a pie interpreten que el significado más genuino de la política es el arte de salir impecable de las situaciones difíciles de resolver, del embrollo. Hay que quedar “bien” a toda costa. “Lo que digo, lo digo ahora, mientras me desdigo de lo que dije, no se vaya a pensar en que dije lo que no dije.” Lo de menos es solucionar los problemas. La mayoría de los políticos se llaman Sisi Nono. Sisi a lo que les pidas y Nono a lo que les exijas. Y todos los partidos, sean del color que sean, son la “única alternativa”. Todas sus verdades son las buenas y salvadoras, frente a las del resto de partidos que todos sus planteamientos son malos y abocados al desastre. 


     Estamos en vísperas de elecciones. ¿Has pensado cuánto cuesta la mentira, esté encubierta en la falacia o envuelta en paradoja? 

jueves, 10 de diciembre de 2015

SEGUIMOS DE ELECCIONES


El disco de vinilo sigue "rayado" . Salta, una y otra vez, repitiendo el mismo soniquete de los políticos que encabezan las listas en estas elecciones. Siempre hablan los números uno del partido. Algunas veces llegan hasta el número dos e incluso a los números tres. Sus nombres son omnipresentes en carteles, TV, radio y redes sociales. ¿En total... unas 20 personas?
Cuando vayamos a votar nos encontraremos un listado de gente desconocida. Futuros posibles diputados o senadores que están escritos en las papeletas y la mayoría de la gente no tiene ni idea quienes son. No salen en TV, no existen.
Se sabe que comulgan con su partido porque están debajo y al servicio de sus siglas.¿A esa gente hay que votar? ¿A esos desconocidos?

domingo, 6 de diciembre de 2015

ELECCIONES

         Se acerca la fecha de ir a votar. Han pasado cuatro años y hay que decidir a qué candidatos les entregamos nuestro voto.  Estamos ante el ejercicio más relevante en una democracia. Elegir a las personas que van a representar y gestionar los principales intereses de los ciudadanos en el parlamento.
         Los partidos políticos presentan a los mejores espadas de su formación, echándoles al ruedo de las televisiones, para que enseñen “la patita por debajo de la puerta” y convenzan a sus posibles electores de que son ovejitas buenas. Simplemente te piden que votes a la marca de su partido y ellos se encargarán de todo. Solamente quieren tu permiso para hacer lo que les parezca. Después ya no te necesitan para nada más hasta dentro de otros cuatro años.
         La elección va por lotes. Cada formación política te ofrece un lote dentro del cual hay cosas que te gustan y cosas que no. Así que, ya sabes que a las personas que pongas tu crucecita, no van a defender tus intereses sino los de su partido. Por tanto, no esperes que un diputad@ se salga del guión, para eso está la disciplina de partido.
         Como todos los partidos prometen propuestas que te parecen buenas y también otras que no te convencen, debes optar por el lote “menos malo” para tus intereses como ciudadan@. No te queda otro remedio.
         Propongo que l@s periodistas independientes –si es que hay algun@- publiquen una tabla comparativa de lo que ofrecen los partidos en sus programas. Pero me temo que no nada es fácil. Ni para el periodismo recopilarla, ni para los ciudadanos estudiarla.

         Así que a votar en función de la actuación del artista más mediático. A base de intuiciones, que no de razones. Firmar un documento en blanco para que hagan y deshagan a su placer, durante otros cuatro años. Pero, tranquil@ no te vas a ver en nada, que eso es lo que quieren tus salvadores los políticos. 

domingo, 22 de noviembre de 2015

Personas sin hogar

Unos momentos para hablar, debatir, comprender y dejarnos tocar por la sensibilidad de quienes nos sentimos personas vulnerables.

martes, 29 de septiembre de 2015

DERECHOS Y DEBERES


            Hoy sólo se habla de derechos. Derecho a la libertad, a una vivienda, al trabajo, a decidir, derecho a… Incontables e innumerables derechos. La palabra derecho se antepone a casi todo y se subraya con énfasis en cualquier ámbito de la sociedad. No me meto en la legitimidad de la exigencia del derecho, sobre todo cuando se carece de él. Hay que exigirlo, por supuesto.

            Hoy no se habla de deberes. Suena un poco a carca. El deber de respetar, el deber de ser responsable, el deber de obedecer a los padres, el deber de cumplir con la obligación, el deber de… Los deberes se han reducido a identificarlos con la actividad que realizan los estudiantes en cuanto terminan sus horas lectivas. Los deberes no se exigen, se justifican perdiéndolos en el cajón del olvido.

            Aquella frase típica que expresaba la idea de que cada derecho está asociado a un deber, ha pasado a mejor vida. Derecho a la educación se supone que está unido al deber de estudiar. El derecho a la sanidad está unido al deber de cuidar de la salud personal. El derecho a no ser agredido por los demás con el deber de respetar a todas las personas. En estos tres ejemplos, la primera parte de las  frases –hablan de derechos- son escuchados con atención, mientras que la segunda parte de las frases –hablan de deberes- suenan como un ruido de fondo.

            Hemos conseguido anestesiar “los deberes” en esta sociedad y cuando contemplamos las consecuencias, nos echamos las manos a la cabeza. Y nos conformamos con el derecho al pataleo. Así nos va, claro.