La
línea que separa el cielo del horizonte es demasiado fina
para
hacer distinción entre el cielo y la tierra.
Y
a la mar le pasa lo mismo.
Y
a los sueños con la realidad.
La
línea que marcan los hombres no es línea.
Porque
las líneas no existen.
¿Acaso
las estrellas son líneas en el firmamento?
La
luna no es silueta cuando simboliza lo inalcanzable.
Las
líneas en los mapas separan, pero en la tierra no se ve.
Yo
no las veo en los montes, ni en los árboles.
Las
vacas comen la misma hierba a uno y otro lado
de
la imaginaria muralla que los hombres hemos construido.
La
línea que demarca separa
el
corazón de los sentimientos, la riqueza de la pobreza.
El
poder remarca con punzón de hierro
y
la lluvia borra las fronteras.
El
norte se pierde en la línea de sur.
Los
gritos negros, voces ahogadas,
llaman
en las aguas azules de los océanos
allí
no hay líneas, allí reina el silencio.
Viejo
continente, remarca más las líneas de muerte.
Mira
al otro lado, aquel que no te hiere.
Líneas
para protegerte de quien puede salvarte,
de
tu longevo bienestar inerte.
Fantástico escrito, muchas gracias por compartirlo. FELICIDADES.
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